Todos somos Galileo
Quienes trabajamos en Universidad Galileo somos parte de una familia que se ha cimentado y crecido durante 25 años, guiados por nuestro rector y líder Dr. Eduardo Suger.
Al principio del siglo XXI, se gestaba una institución revolucionaria: Universidad Galileo. Cuando se creó oficialmente el 31 de octubre de 2000, ya estaba constituida por hombres y mujeres que habían iniciado su trabajo en la Facultad de Ingeniería de Sistemas, Informática y Ciencias de la Computación (FISICC), parte de la Universidad Francisco Marroquín desde 1977. Por esa razón, ya habían recorrido camino junto al Dr. Eduardo Suger.
Por ejemplo, el Lic. Edgar Porres, director Administrativo del Instituto de Estudios en Seguridad, conoció al Dr. Suger en 1970. Luego se incorporó a trabajar en FISSIC en 1979. Recuerda que el Dr. Suger compartía muchas ideas para proveer de oportunidades de desarrollo humano, siempre por medio del crecimiento educativo.
“Principió a enlazar conocimiento con ideales, porque creo que, en su visión onírica, su meta era ser formador de mentes útiles para fundar una universidad. Los peldaños de la escalera del crecimiento profesional y humano iniciaron el sendero por el que la sociedad en nuestro país exigió la creación de la primera universidad tecnológica de Guatemala. Hacia finales del siglo XX, seducir la tecnología a través de puentes pedagógicos, sociológicos y políticos era una de las mayores manifestaciones de poder como una visión, al mejor estilo de la Areté clásica o escala de valores del mundo clásico greco-latino, que el Dr. Suger poseía como instrumentos para fundar la Universidad Galileo, en el año 2000”, señala.
Otra de las personas con una larga carrera laboral en nuestra institución es la Licda. Antonieta de Muralles, Directora de Prestaciones y Personal, que tiene más de 40 años de trabajar junto al Dr. Suger. Inició como operadora de datos en Fisicc-UFM y después siguió creciendo tanto en lo personal como en lo profesional.
La Licda. de Muralles opina que la nuestra es una institución en la cual los trabajadores encuentran estabilidad, donde se puede hacer una carrera laboral. “Esto es muy importante, no puede estar uno cambiando de trabajo si tiene hijos, en lo personal a mi me sirvió para apoyar a mi familia. Ahora mis hijos me preguntan cómo hice para sacarlos adelante y seguir trabajando, yo les digo que Dios me puso las cosas en el camino, como la bendición de este trabajo”, comparte la directora.
Recientemente dejó de trabajar en nuestra casa de estudios Cristina Martínez Hernández, la muy querida doña Cristi. A la pregunta acerca de su sentir, con lágrimas en los ojos contesta que se va muy agradecida después de 27 años de trabajar con el Dr. Suger.
“Empecé en 1998 en el Laboratorio de FISICC en la Marroquín. Recuerdo al Dr. Suger como alguien que no tiene diferencias para nadie, trata a todos por igual”, dice con emoción. Recuerda que cuando inició a funcionar nuestra Universidad, fue la primera mujer en venir a trabajar al nuevo campus.
“Después de tantos años, me llevo un gran cariño y mucho agradecimiento, especialmente para el Dr. Suger. También le doy gracias a Dios por el tiempo que estuve aquí, me llevo a todos en mi corazón”, afirma.
Doña Cristi asegura que tuvo muchas buenas experiencias, se superó y pudo aportar en su hogar. Aunque se jubiló oficialmente hace 4 años, continuó trabajando por el amor a esta institución. Sin embargo, debido a cuestiones de salud tomó la decisión que era hora de irse a descansar.
“A mí no me gusta estar faltando, me gusta ser responsable en mi trabajo”, expresa y se puede ver que ha sido una decisión difícil de tomar. Doña Cristi asegura que de los 27 años que trabajó aquí, solo lleva buenos recuerdos y mucho amor en su corazón.
Desde que se fundó y a lo largo de los años, el Dr. Eduardo Suger ha dicho que lo más importante de esta institución son las personas que la componen. Ellos son los que cada día abren talanqueras, puertas y ventanillas para que Universidad Galileo siga funcionando y yendo siempre hacia adelante.
Quienes se esmeran cada día en darle brillo y calidez a este proyecto educativo que llega a sus primeros 25 años y, sin duda, serán quienes le permitirán cumplir muchos años más.
Por esa razón, todos somos Galileo.
