Buena alimentación y actividad física = Mejor rendimiento
La cantidad de trabajo, las tareas, el estudio y hasta un ocio mal entendido pueden provocar un exceso en la cantidad de horas sin actividad física, provocando el sedentarismo. Esta ausencia de movimiento puede provocar en las personas, problemas de salud e incluso un bajo desempeño o rendimiento en las actividades intelectuales. Haciendo que en lugar de avanzar al ritmo que se tenía previsto, se disminuya la actividad o los buenos resultados.
Con frecuencia se olvida que la persona es una unidad compuesta de variables que debe atender. La inteligencia y la voluntad son potencias de la persona que ésta compuesta por un cuerpo que le sostiene y que requiere de ejercicio y una buena alimentación.
Para que una persona sea fuerte y pueda enfrentarse a los retos de todos los días requiere fortalecer su inteligencia y su voluntad. La inteligencia la fortalece con el estudio y la búsqueda de la verdad, mientras que la voluntad se vigoriza con la búsqueda del bien en práctica de buenos hábitos, entre ellos el ejercicio y una buena alimentación.
El ejercicio es una actividad que a pesar de brindar beneficios agradables, no se presenta a primera vista como algo gustoso, requiere de disciplina y de un impulso previo de vencimiento a la pereza para comenzarlo. Son éstos pequeños vencimientos los que incrementan la cantidad de buenos hábitos en la persona y le hacen más libre, para actuar y afrontar los desafíos que le presenta el día.
Entre más vencimiento, menos pereza para trabajar y más laboriosidad para realizar las diferentes actividades. Es allí donde se puede encontrar la relación que tiene el rendimiento académico y la actividad física, la inteligencia y la voluntad se integran en favor de un proyecto de vida de desarrollo integral que no olvida ninguna faceta de la persona.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la dieta saludable y la actividad física suficiente y regular son los principales factores de promoción y mantenimiento de una buena salud, durante toda la vida. Asimismo, una dieta malsana y la inactividad física son dos de los principales factores de riesgo de hipertensión, hiperglucemia, hiperlipidemia, sobrepeso u obesidad y de las principales enfermedades crónicas, como las cardiovasculares, el cáncer o la diabetes.
Acorde a la OMS, en general, 2.7 millones de muertes anuales son atribuibles a una ingesta insuficiente de frutas y verduras y 1.9 millones de muertes anuales son atribuibles a la inactividad física.
“Una buena alimentación es básica, principalmente el desayuno, que debe ser balanceado, con suficientes nutrientes que permitan mejorar la atención y capacidad de aprendizaje de la persona. Es necesario que los estudiantes se alimenten bien para mejorar su aprendizaje”, expresa la Dra. Ana Lucía Valle, Decana de la Facultad de Biología, Química y Farmacia (FABIQ) de Universidad Galileo, quién al mismo tiempo enfatiza que además de la actividad mental (que los estudiantes se encuentran constantemente realizando), deben realizar actividades físicas, con las que podrán oxigenarse, mantenerse en forma y prevenir enfermedades.
De acuerdo a la Dra. Valle, actividades como: realizar una rutina de ejercicio básico, caminar, correr, tener un gimnasio en casa (si los medios lo permiten) y realizar actividades al aire libre, le permitirá a la persona mantener su mente ocupada y enfocada en sus propósitos.
“La alimentación juega un papel importante en el rendimiento, sobre todo el desayuno. Algunas de las consecuencias de saltarse el desayuno son: la falta de concentración en un 15% a 30% y el decaimiento, debido al déficit de glucosa- el principal combustible energético- que produce el ayuno. Se debe de recordar que a primera hora de la mañana, el organismo lleva ya entre 8 a 10 horas sin recibir ningún alimento, por lo que, la falta de glucosa conlleva a que el cuerpo queme otras reservas energéticas, lo que causa múltiples alteraciones en el normal funcionamiento orgánico”, expresa el Licenciado Luis Galindo, Director de la Licenciatura en Alimentación y Nutrición de FABIQ.
Por: Licda. Angelica Estrada y Licda. Valeska Rodríguez, Área de Gestión de Información (AGI), GES.
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