Explorando los confines del universo: Una noche en el Observatorio ASTRO
Un viaje especial: Autoridades del Instituto de Investigación de Ciencias de la Tierra y Astronomía organizaron para sus estudiantes de astronomía una visita al Observatorio de Astronomía -ASTRO- en el Salvador.
El pasado sábado 17 de febrero, un grupo de estudiantes del Instituto de Investigación de Ciencias de la Tierra y Astronomía en compañía de autoridades de esta entidad académica, participaron en un viaje al Observatorio de Astronomía -ASTRO-, perteneciente a la Asociación Salvadoreña de Astronomía.
Desde el momento en que llegaron, los estudiantes fueron recibidos con una cálida hospitalidad por el presidente de la Asociación, el Licenciado Leonel Hernández Chávez, y otros distinguidos miembros cofundadores como Ricardo Lewy Soler y el reconocido astrofotógrafo salvadoreño, Toño Borgonovo. La atención personalizada y el entusiasmo de estos profesionales de la astronomía auguraban una velada inolvidable.
La noche en el Observatorio ASTRO fue mucho más que una simple observación astronómica; fue un viaje de descubrimiento, inspiración y reflexión que resonará en la memoria de todos los presentes por mucho tiempo.
Cada descubrimiento, cada nueva perspectiva, enriqueció el viaje de los participantes y reforzó su conexión con el universo que nos rodea. El Observatorio ASTRO propició un ambiente de conocimiento y contemplación, guiando a aquellos que se aventuran a explorar el espacio y el tiempo.
Esta experiencia no solo enriqueció el bagaje académico de los estudiantes, sino que también dejó una huella indeleble en sus corazones, recordándoles la grandeza y la belleza del cosmos que habitamos.
Experiencia enriquecedora
Bajo un cielo nocturno despejado y lleno de estrellas, esta excursión prometía una experiencia única para aquellos ávidos de explorar los secretos del cosmos.
La noche transcurrió entre observaciones fascinantes. Los participantes tuvieron la oportunidad de contemplar estrellas brillantes, identificar constelaciones, y maravillarse con la imponente presencia de planetas como Júpiter, cúmulos abiertos como M41 y M46, así como cúmulos globulares como Omega Centauri.
Además, tuvieron el privilegio de vislumbrar galaxias distantes, como la impresionante M51 Whirlpool y la enigmática galaxia del Sombrero, M104.
Pero el viaje trascendió más allá de la mera observación astronómica. Bajo el resplandor de las estrellas, los estudiantes y sus acompañantes se sumergieron en profundas conversaciones sobre el universo y sus misterios.
Temas como la expansión cósmica, la noción de la nada y del infinito, así como otras cuestiones filosóficas, ocuparon las horas de la noche. Fue un momento de reflexión y asombro, donde la ciencia y la contemplación se fusionaron bajo el vasto lienzo del firmamento.
Las expresiones de asombro y admiración no se hicieron esperar. La emoción de aquellos que veían por primera vez objetos celestes como Betelgeuse, la nebulosa de Orión, el resplandor azul de sirio y la brillante Canopus, iluminaron la noche tanto como las estrellas mismas.
Que esta experiencia sirva como un recordatorio de la importancia de mirar hacia las estrellas y mantener viva la llama del conocimiento y la admiración por el universo que nos rodea.
“Fue un memorable fin de semana por nuestra visita 2024 al Observatorio Astronómico de ASTRO, la Asociación Salvadoreña de Astronomía, el sábado 17 de febrero y noche de estrellas espectacular. Además, platicamos horas bajos las estrellas, hablando del universo, su expansión, la nada, el infinito y más. Filosofamos bajo la luz estelar.
Vimos la sonrisa de algunas personas que miraron Betelgeuse por primera vez, la nebulosa de Orión, el azul blanco de Sirio y la destellante Canopus. Y de regreso nos venimos cantando «Nada de esto fue un error, uooo, nada de esto fue un error…» Ing. Edgar Castro, director del Instituto de Investigación de Ciencias de la Tierra y Astronomía
