Prácticas universitarias: Del aprendizaje a la acción
Las Prácticas Universitarias representan un componente esencial en la formación académica de cualquier estudiante, desempeñando un papel fundamental en la adquisición de habilidades prácticas y conocimientos aplicados.
Si bien la teoría es esencial para comprender los conceptos y fundamentos de una disciplina, las habilidades prácticas y el conocimiento aplicado son igualmente cruciales para preparar a los estudiantes para el mundo real.
Las prácticas universitarias actúan como un puente entre la teoría y la realidad, permitiendo a los estudiantes enfrentarse a desafíos reales en su campo de estudio.
Durante las prácticas, los estudiantes pueden aplicar los conceptos teóricos a situaciones concretas, lo que les ayuda a consolidar su comprensión y a desarrollar la confianza necesaria para enfrentar problemas del mundo real.
También aprenden a adaptarse a entornos profesionales, a trabajar en equipo y a adquirir habilidades de comunicación efectiva. Además, tienen la oportunidad de observar de cerca a profesionales en su campo y aprender de su experiencia y conocimientos.
Experiencia desde el ámbito profesional de la psicopedagogía
En el caso de la psicopedagogía, esta experiencia práctica es aún más relevante, ya que se trata de una disciplina que se enfoca en la interacción humana y la aplicación de estrategias específicas para mejorar el aprendizaje y el desarrollo de los individuos, especialmente en contextos educativos.
Las prácticas en psicopedagogía permiten a los estudiantes no solo entender las teorías y metodologías, sino también experimentar cómo estas se aplican a situaciones reales.
Trabajar directamente con estudiantes, docentes y familias les brinda una perspectiva única sobre las necesidades individuales, los desafíos y las soluciones concretas que pueden implementar en un entorno educativo.
Para ampliar el tema, la Ma. Laura Monzón psicóloga y administradora educativa, especializada a través de distintas maestrías como Innovación Educativa y Gestión del Talento Humano, y quien además es docente para los estudiantes de la Licenciatura en Psicopedagogía en Universidad Galileo, explicó algunos conceptos que componen toda la experiencia de las prácticas para estudiantes de esta carrera.
Para los estudiantes de psicopedagogía que pasan por los cursos de discalculia, orientación vocacional y psicología comunitaria de la Ma. Laura Monzón, sus prácticas se estructuran a través de 5 semanas de clases teóricas más 11 semanas de intervención directa por docentes a cargo.
Durante ese periodo los futuros profesionales evalúan a niños de primaria en el área de matemáticas, luego de dar un diagnóstico se trabaja en la recuperación. Al finalizar este proceso, los profesionales deben presentar el caso desde el proceso de evaluación hasta después de la intervención.
Para la magister Monzón los principales objetivos que se buscan alcanzar en los estudiantes a través de esta práctica es “Poner en práctica lo estudiado de manera teórica durante un año y medio. Y que descubran la realidad del país y lo importante de su desempeño en el campo de la educación”.
Prácticas en el área de la orientación vocacional
Según explicó Monzón, para la evaluación en el ámbito de la orientación vocacional las prácticas van dirigidas a trabajar con estudiantes que estén terminando su carrera de diversificado, o saliendo de tercero básico.
“Durante ese periodo se les aplican pruebas, entrevistas y talleres para que escojan su carrera tomando en cuenta sus habilidades, destrezas e intereses; para que conjugando todos estos elementos tengan una mayor posibilidad de éxito en la carrera elegida.” Destacó la profesional.
Prácticas en el área de la psicología comunitaria
Dentro de las actividades específicas a trabajar durante las prácticas de psicología comunitaria la magister Laura Monzón, explicó que los estudiantes se enfrentan a alumnos bajo el contexto de la realidad guatemalteca.
Es decir, a través de cursos donde se aborden problemas comunitarios contextualizados, con lo cual, se provean herramientas a la comunidad que promuevan mejoras a las necesidades detectadas.
“Los estudiantes hacen un estudio en una comunidad y sus necesidades, en base a eso, se realiza un taller de 10 sesiones, donde se capacita a las personas para que enfrenten el problema y busquen soluciones al mismo.” A lo que agregó:
“En este contexto el psicopedagogo es parte de un equipo multidisciplinario que atiende las necesidades educativas y de la comunidad, por lo que su aporte crea incidencia en el mejoramiento de los procesos que se llevan a cabo.”
Impacto en la comunidad y casos de éxito
Para las prácticas de estudiantes de psicopedagogía en la mayoría de los casos se realizan en instituciones públicas y se establecen los contactos a través de supervisores de educación y directores de los establecimientos.
En dichas instituciones se convierten en un apoyo sustancial, ya que se convierte en un apoyo profesional que no representa ningún costo adicional para el establecimiento.
A su vez, hace conciencia a los futuros psicopedagogos para que tomen en cuenta la realidad educativa del país.
La Ma. Laura Monzón, cito algunos ejemplos donde la incidencia del trabajo de los profesionales ha tenido gran impacto, como, por ejemplo, la labor que se realizó en varias escuelas públicas en la zona 5, donde se logró mejorar el proceso de aprendizaje. Ubicando a distintos estudiantes con problemas de aprendizaje y discalculia o dislexia.
Así mismo compartió: “En la Escuela de Comercio se realizó la orientación universitaria a 175 estudiantes de la carrera de Perito Contador, lo cual representó un reto a través de muchas tareas y estrategias para ellos, con lo cual se pretendía que los estudiantes alcanzarán éxito en su vida estudiantil. Así también, se trabajó con comunidades de mujeres del área rural para empoderar sus procesos de emprendimiento y desarrollo personal.”
Seguimiento y acompañamiento
Algo que es muy importante para los estudiantes que ejercen sus prácticas es la guía de sus docentes quienes brindan una retroalimentación acerca del trabajo realizado.
Al finalizar cada intervención se analizan las necesidades de formación, o bien, de modificar la planificación según los retos que se identifican en cada proceso.
“Al finalizar cada actividad hay una evaluación y sugerencias de mejora o felicitaciones del trabajo desarrollado. También hay rúbricas para calificar su trabajo previo, como planes, actividades”, comentó la profesional.
Finalmente, la magister resaltó: “Para todo profesional las prácticas son esenciales para descubrir los espacios en los que se puede tener injerencia dentro de su trabajo diario. Es poner en práctica la teoría estudiada con base a la experiencia buscar técnicas o contenidos para reforzar su práctica profesional. Desde la responsabilidad de portar un uniforme y la ética para respetar el mismo.”
