Licda. Jessica Masaya: Entre la literatura y el periodismo
Además de escritora literaria, es periodista y columnista. La Licda. Jessica Masaya, editora/redactora de Revista Galileo, tiene una trayectoria en novelas y cuentos publicados que combina con la inclusión de sus textos en varias revistas y medios impresos nacionales. Recientemente, su último libro fue seleccionada como una de las tres mejores del año por la Bienal Guatemalteca de Novela “Terrena”. Conócela en esta entrevista.
La Licda. Jessica Masaya es amante de las letras. Ha publicado tres libros, dos de cuentos y una novela corta para niños. Además, su novela Party Monster fue seleccionada como una de las mejores de la Bienal Guatemalteca de Novela “Terrena” y será publicada próximamente por a F&G Editores.
Además de escritora literaria, tiene 20 años de ser periodista de medios escritos como las revistas Magacín 21, Monitor y Faces, de Siglo 21; y Amiga, de Prensa Libre, entre otras. También ha sido columnista en los medios escritos Siglo 21 y Diario de Centro América; y editora en RepúblicaGt, Canal Antigua y Soy502.
Otros premios y distinciones que ha recibido la Licda. Jessica Masaya son:
- Premio único en el Concurso de Cuento Corto de la Fundación Myrna Mack (1999).
- Premio único del Certamen Permanente Centroamericano 15 de Septiembre, organizado por el Ministerio de Cultura y Deportes (2000).
- Premio Nacional a la Excelencia en Periodismo Turístico, otorgado por la Asociación de Periodistas de Guatemala (APG), en dos categorías diferentes (2005).
- Formó parte del Consejo Asesor para las Letras del Ministerio de Cultura y Deportes (2005-2011).
- Fue Miembro del Consejo Editorial de la Tipografía Nacional (2013-2014).
En la actualidad es la editora/redactora de Revista Galileo, en donde cada dos meses se presentan los sucesos más destacados de Universidad Galileo, ya sean en el campus central o en las sedes en todo el país. También edita comunicados y publicaciones publicitarias en el Departamento de Imagen Corporativa.
Conversamos con ella acerca de su experiencia en Revista Galileo, la importancia de contar historias, su mención honorífica de la Bienal Guatemalteca de Novela “Terrena” y su destacada y más reciente novela.
¿Cómo se incorporó en el periodismo?
Estudié Letras sin pensar en qué trabajaría. Es una carrera hermosa porque se lee mucho, pero después uno se da cuenta de que hay pocas opciones de trabajo, como ser profesor de literatura o corrector/editor.
Cuando comencé a publicar, llamé la atención de amigos periodistas. Me invitaron a ser columnista y después me ofrecieron una plaza como investigadora/redactora.
Guillermo Fernández, periodista costarricense reconocido, decía algo bonito: “Es más fácil que un escritor aprenda a reportear, que un reportero aprenda a escribir”. Él me apoyó. Le gustaba que yo pudiera escribir acerca de detalles y cosas humanas. El periodismo lo aprendí en la marcha.
¿Cómo se complementan la literatura con el periodismo?
Gracias a un movimiento dentro del periodismo narrativo y literario que hubo hace años, se exploró y expandió la forma de contar historias, con enfoque más humano. Casi todos los escritores han sido periodistas en algún momento. Muchas veces por necesidad.
Tuve suerte, ya que cuando comencé en el periodismo, aún se publicaban “sábanas de texto”. A las personas les gustaba leer historias largas. Ahora, la tendencia es presentar todo más corto y, entre menos información, con contenido que va más al grano.
¿Qué le gusta más de ser la editora/redactora de Revista Galileo?
Yo comencé a trabajar como periodista en revistas. Para mí, escribir en una revista le da a uno un poco más de espacio. Soy amante de las entrevistas y de los perfiles. Y eso me encanta en Universidad Galileo, ya que tengo mucha oportunidad de conocer gente interesante, así como lugares y situaciones que son importantes.
En la nota diaria no se puede explorar mucho, todo tiene urgencia. La revista da ese espacio de poder presentar detalles. Revista Galileo me da la oportunidad de aplicar esa habilidad que ya adquirí en mi carrera.
Siento que en Universidad Galileo he encontrado un lugar en donde valoran lo que hago, no solo en estructura sino que en experiencia en los medios. Estoy muy contenta aquí. Quisiera que Revista Galileo creciera más y ese es mi plan, de crear nuevas secciones e ir muy lejos.
¿Cómo se siente de haber sido reconocida por la Bienal Guatemalteca de Novela “Terrena”?
Me siento feliz porque todo narrador sueña con ser novelista, y eso cuesta. Los cuentos me comenzaron a salir fácilmente, pero siempre quise ser novelista porque de lo que uno se enamora es de las novelas.
Comencé porque era una niña y adolescente solitaria, así que escribir era la forma de expresarme. Comencé a hacerlo a los 10 años, muy chiquita. Con el tiempo me di cuenta de que podía ser una profesión y por eso estudié Letras.
Publiqué por primera vez en el 2000, así que ya tengo 23 años de ser escritora publicada.
¿Cuáles son los retos más importantes al escribir una novela?
Es como una película, porque un cortometraje es un tema específico donde no puedes ir por ningún otro lado. Eso es un cuento también; un personaje, una situación y punto. Como dice Cortázar: “En el cuento se gana por knockout, en cambio en la novela por puntos”.
Entonces es como hacer un universo aparte. Eso es el reto más grande, crear un universo que sea coherente y que tenga forma, porque pienso que todos podríamos escribir una novela, pero que de sus cabezas salga algo que otra persona pueda entender y quiera leer es otra cosa.
Hay que organizarse bien. Y lleva mucho tiempo. En mi caso, la pandemia me ayudó a tener y manejar ese tiempo.
Según su experiencia, ¿cuál es el valor de contar una historia?
Los escritores leemos a otros escritores. Me gusta mucho cuando explican que la literatura es como una fotografía de la sociedad, pero más humana. Podemos saber qué sucedió en los medios, en periódicos, con los hechos, pero la literatura te aporta el lado humano que pasa desapercibido a veces, el drama o felicidad que hay detrás.
La narrativa no es solamente entretención o distracción. Ernesto Sábato, mi escritor favorito, decía que un escritor es un filósofo y le ayuda a la gente a entender el mundo. Incluso, Sábato iba más allá, decía que un escritor puede cambiar el mundo, porque le muestra a las personas lo que están haciendo bien o mal.
También decía que la humanidad iba hacia el patíbulo, o sea a la destrucción, dormida, pero que el papel de los artistas era despertarla.
Texto: David Lepe/GES Comunicación