Una voz que ha recorrido el mundo

Una voz que ha recorrido el mundo

Luis Girón May nació en Guatemala el 18 de abril de 1952, es un barítono extraordinario que ha representado a Guatemala por 29 años en 81 ciudades del mundo, cantando en 9 idiomas distintos durante al menos 1,850 funciones, en 59 papeles estelares operísticos, 10 oratorios y 450 arias, cantatas, arias de concierto, chanson, lied y canciones que se expanden desde el período barroco hasta el contemporáneo.

Su historia con la música comenzó a los 6 años con el sueño de estudiar piano que cumplió a los 7. No era muy bueno en el colegio, los problemas que tenía en su casa hacían que le fuera difícil concentrarse, pero la música lo pudo todo en él. Según describe: se aprendió de memoria en 13 días la Opera de Don Carlos con 400 hojas de música en palabras en italiano, La Traviata en inglés en 9 días y Atila, la Opera completa de Verdi en 8 días.

A los 12 años lo llevaron a ver  la Opera Tosca y a los 18 audiciono para conseguir una oportunidad en el Conservatorio de Viena. Antes ya había estudiado con Alberto Navas en Guatemala. Después de no conseguir que lo aceptaran en el Conservatorio de Viena, acudió al médico para evaluar su voz, el mismo les dijo a su madre y a él que nunca cantaría, que sus cuerdas tenían un problema por haber forzado su voz de niño. Años después a tan sólo un día de haber cantado en la Opera de Viena estaba en el consultorio del mismo médico que recordara aquel 18 de diciembre cuando le dijo que nunca cantaría, el médico sorprendido por el cambio le mandó a regalar una caja de 12 botellas de champagne. Hizo mucha amistad con su médico luego de esas reuniones.

Estudió unos meses en Nueva Orleáns diseño de interiores donde descubrieron su voz en el coro de la escuela. Ilusionado y con una nueva esperanza intenta de nuevo en el Conservatorio de Giuseppe Verdi de Milán. Esta vez negándole la entrada por su ausencia de musicalidad. Antes de retirarse le comentan que una maestra que necesitaba un alumno más para jubilarse podía darle clases. Aprovecha la oportunidad y al siguiente año todos los maestros se peleaban por tenerlo como estudiante. Y él les dice: “Señoras ustedes todas dictaminaron que yo era anti musical que no debí entrar aquí, menos el maestro Ferraris con quien me inscribí porque tuvo fe en mí”.  Allí se graduó en 4 años en vez de 7 con Suma Cum Laude y medalla de oro.

Su época de estudio de la música no fue fácil, sólo tenía 250 dólares mensuales que su madre le dio para que estudiara. Le dio todo el dinero de un año junto con la consigna: “si te lo gastas te regresas y ya no estudias, si lo dosificas vas a poder dosificar en tu vida todo”.

Desde su debut en 1977 en el papel titular de la opera Nabucco de Giuseppe Verdi en Italia, su carrera lo ha llevado alrededor del mundo ya por 29 años. Se inició en la ciudad alemana de Kiel, donde como principiante canto en su primera temporada ochenta y ocho funciones de cuatro papeles estelares.

En Europa fue el primer barítono en cantar el papel del Conde de Luna en  la versión francesa de Le Trouvere (Il trovatore) de Giuseppe Verdi en el primer Festival Arturo Toscanini en Parma, Italia. En Viena debuto en la Volksoper inaugurando el Festival de Verano con el papel de Marcello en La Boheme de Giacomo Puccini, habiendo repetido 48 veces el papel, allí también canto más de cien funciones del papel del Dr. Falke en  la opereta DIE Fledermaus de Johann Strauss, habiendo sido el primer latinoamericano en cantar la noche de año nuevo y el primero de enero en la opereta Die Fledermaus en Viena. También canto Stefano en Viva La Mamma de Gaetano Donizetti y el Hostelero en Der Musikant de Karl Bittner. Este debut le valió la invitación para debutar en la famosísima Staatsoper de Viena en el papel de Enrico en Lucia Di Lammemoor de Gaetano Donizetti al lado de Edita Gruberova.

La opera Un Ballo In Maschera de Giuseppe Verdi le sirvió también para debutar con la Welsh National Opera en Cardiff, Gales, de donde paso a debutar en el famoso Wexford Festival en Irlanda cantando el dificilísimo  papel de Neri en La Cena Delle Beffe de Umberto Giordano, ópera que no se había presentado en 35 años, con tan buenas críticas que lo llevaron a cantar el papel de Desiriex en la ópera Fedora del mismo compositor a Viena bajo la batuta de Pinchas Steinberg, quien lo invito a debutar a Israel con el papel del Conde de Luna en Il Trovatore de Giuseppe Verdi con la famosa Orquesta Filarmónica De Israel.

En Montecarlo debutó con el papel de Michonnet en la opera Adriana Lecouvreur de Francesco Cilea, y estas representaciones le valieron la invitación  para regresar e inaugurar la temporada siguiente con el papel de Sharpless en Madama Butterfly de Giacomo Puccini al lado de la gran soprano Yoko Watanabe. En Holanda también inauguro la temporada en la Opera de Enschede en el papel de Marcello en La Boheme de Giacomo Puccini. En esa compañía también canto el Conde de Luna en Il Trovatore de Giuseppe Verdi y Escamillo en Carmen de Georges Bizet. En Bélgica debuto con el papel de Rodrigo en la opera Don Carlo de Giuseppe Verdi en la Opera Royale De Wallonie, donde regreso a cantar el Conde de Luna en Il Trovatore de Giuseppe Verdi y Giorgio Germont en la opera La Traviata de Giuseppe Verdi. En Suiza debuto en la ciudad de Berna abriendo la temporada con el papel de Marcello en La Boheme de Giacomo Puccini, y cantando después el papel de Valentín en la ópera Faust de Charles Gounod y el papel del Príncipe Orlovski en Die Fledermaus (el muercielago)  de Johann Strauss. En Dublin, Irlanda inauguró la temporada con el papel del Conde de Luna en Il Trovatore de Giuseppe Verdi. En Hamburgo canto el papel de Mefistofeles en la opera La Damnation De Faust de Hector Berlioz.

Luis Girón May describe la música así: “La música es mi vida, mi ilusión, mi sueño, mi pasión, mi forma de servir a Dios, porque él me la regaló y mi forma de llevar mi corazón y  mis sentimientos al corazón de quien me escucha.”

Vivió y trabajó en Europa hasta que en una Ópera, El Trovador, en Hamburgo, sentado entre el tercer y cuarto acto escuchó de un cantante “antes de amarte yo ya era hijo” y le tocó tanto esa frase que regresó a Guatemala a disfrutar los últimos años de vida de su madre. Ese fue el origen de grandes proyectos como Mosaico Cultural que trabajó con Jorge Castañeda en Antigua Guatemala, El Festival Paiz con Jacky Paiz. Respecto a la aceptación y el cariño que le tienen en Guatemala menciona: “Yo si fui profeta en mi tierra, yo inauguré el Teatro Nacional, he cantado en todos lados. Me aprecia la gente en Guatemala”.

Actualmente es el Director Musical de la Compañía Lírica de la Escuela Superior de Arte de Universidad Galileo, de la que recibió el Doctorado Honoris Causa por aporte en la música y al desarrollo de Guatemala.

Ha dado clases en Málaga, Boston, Chicago, Houston y en toda Centroamérica. Tiene hasta ahora 32 alumnos a su cargo.

A sus estudiantes y a cualquiera que tenga la profesión de cantante aconseja: “Debe saber que si no sabe solfeo armonía es como si quisiera escribir una poesía sin conocer la rima… por mucho talento que tengas tienes que estudiar. Tiene que hacer sus estudios teóricos…Llega el momento en el que tu naturaleza te abandona y necesitas tu técnica. Para eso está la universidad, el Conservatorio, el tiempo que te tome hacerlo depende de ti. Debe saber que si canta en aunque sea lo que quieran cantar debe hacerlo bien. Eliminar bebidas alcohólicas, el hielo y es preciso cubrirse bien, evitar desvelos al menos que duerma 9 horas después.  No se debe forzar la voz.  Todo con técnica. No tengan prisa si no les sale una nota prueben unos 5 días al 6to les saldrá. La música es maravillosa háganlo así como le digo para que les dure esa música. Yo tengo 59 años y todavía está la música en mí.  Terminen lo que comienzan, perseveren, estudien y sáquenle el provecho al período más alegre de la vida: el de la Universidad.”

En Guatemala, actualmente está formando un grupo de solistas para poder presentar en el futuro una temporada de ópera, y también para cultivar y desarrollar talentos, que más tarde podrán hacer del canto una carrera. Con estos alumnos ha dado galas, los ha presentado en solos y los ha introducido en los conciertos con las orquestas y en los festivales donde canta.

Recientemente fue nombrado por el  Ministerio de Relaciones Exteriores “Embajador Itinerante por la Música, la Cultura y las Artes de Guatemala”. Además, le fue entregada por el Congreso de la República de Guatemala la “Orden de Caballero” el máximo honor que se le puede otorgar a un guatemalteco, por su labor con el pueblo de Guatemala, llevando la cultura, la música y su voz, y trabajando con el talento nacional por todo el país.

Por: Licda. Angélica Estrada, Área de Gestión de Información (AGI), GES.

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| GES Comunicación | 13 junio, 2011 |