Efraín Recinos: adiós a un genio guatemalteco

Efraín Recinos: adiós a un genio guatemalteco

Arquitecto, pintor, escultor, moralista, escenógrafo, ajedrecista y conocedor de música, cine y letras, corredor olímpico, seleccionado nacional, profesor de matemáticas, de construcción y de arquitectura, el Maestro Efraín Recinos deja un importante y grande legado.

A continuación compartimos un artículo publicado en el periódico Siglo 21, publicado el pasado lunes 3 de octubre de 2011:

Polifacético, versátil y rebelde, el artista nos deja un legado monumental.

Su complexión delgada, la blanca cabellera alborotada y una amplia colección de chalecos típicos son tan sólo algunos elementos por los que Efraín Recinos no pasaba inadvertido. En su mirada se percibía la chispa creadora que lo motivó a desafiar a las autoridades guatemaltecas de turno con obras artísticas que defendían el valor guatemalteco. Fue ese destello creativo el que lo condujo a lo largo de sus 83 años por un camino polifacético en el que resaltaron matices de atletismo, escultura, pintura, ingeniería y arquitectura.

Su obra más sobresaliente es el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias (CCMAA), que originalmente le había sido encargado a Marco Vinicio Asturias en 1961. Pero de ese proyecto sólo se hicieron los cimientos, porque Asturias falleció dos años después. Recinos recibió el proyecto y el día de la inauguración, en 1978, observó el acto sentado en el suelo y hasta atrás, porque su lugar ya había sido ocupado.

Pero también es en su mayor obra arquitectónica (la que sigue inconclusa, pues la escuela nacional de marimba sigue pendiente) donde se programó el velorio tras su repentina muerte. Recinos fue ingresado al hospital Hermano Pedro el viernes 30 de septiembre por la noche debido a una úlcera gástrica. “Es un hombre muy sano. Nunca ha estado hospitalizado. Este es un momento difícil, pero va por buen camino”, compartía el arquitecto Carlos García el sábado por la tarde. García fue enfático en su declaración, pues trabajó con Recinos por 25 años. Sin embargo, su avanzada edad era un factor de riesgo, y ayer la nación perdió a una eminencia a consecuencia de un paro cardiorrespiratorio.

De la ciudad de la imaginación

Efraín Enrique Recinos Valenzuela nació en Quetzaltenango el 15 de mayo de 1928 y, desde ese momento, su vida estuvo marcada por la vocación artística. A los 5 años ya pintaba grandes batallas, soldados, dinosaurios y héroes. Su papito, como cariñosamente solía referirse a su padre, José Efraín Recinos Arriaza, no lo dejaba ir a la escuela para que no “le enseñaran malcriadezas”. Pero también fue quien incentivó desde el principio la creatividad del artista, y solía regalarle libros para premiarle cuando le ganaba las partidas de ajedrez. Fue así como llegó a leer dos veces El Quijote de la Mancha y le gustó tanto el texto que empezó a hablar al estilo de Cervantes.

Cuando su padre le permitió inscribirse en la escuela, al cumplir 12 años, sus compañeritos lo apodaron el loco cuando lo escuchaban hablar. Ese no fue el único momento de su vida en que lo tacharon de loco o rebelde. A principios de este año, Recinos rechazó esos señalamientos al asegurar que simplemente era guatemalteco.

Las aristas de un genio

La picardía formaba parte de su personalidad, y en varias ocasiones salía a flote en cualquier conversación, creación artística o motivación. Durante su adolescencia solía hacer retratos de jovencitas de las que estuvo enamorado; entre ellas, su futura esposa, Elsa. También asistió a clases de escultura y pintura en la Escuela Nacional de Artes Plásticas.

El deporte también fue una de sus pasiones, pues asistió a los Juegos Panamericanos en 1951 junto a Mateo Flores, en la rama de atletismo. Aunque aseguraba que no tenía condiciones físicas para el deporte, sí tenía el ímpetu y las ganas de representar a Guatemala. De esa cuenta, su equipo obtuvo ese año el quinto lugar en la categoría general.

La voluntad fue un motor que no sólo lo llevó a incursionar en el deporte. En su vida, resalta el orgullo nacional frente a una sociedad que estaba acostumbrada a ver hacia afuera. Ahora, le toca a Guatemala seguir escribiendo su propia historia, en la que algunos artistas se atreven a augurar que será marcada como un antes y un después, por el paso de Recinos en el arte nacional.

Universidad Galileo a través de su Escuela Superior de Arte (ESA) presenta sus condolencias a la familia y a los artistas del país por el deceso del distinguido Maestro Efraín Recinos.

Ser artista es despertar todos los días ante una tela vacía.

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| GES Comunicación | 5 octubre, 2011 |