Capacitación en primeros auxilios: Facultad de Educación impulsa la seguridad y el bienestar
La Facultad de Educación demuestra su compromiso con la seguridad y el bienestar de la comunidad universitaria al capacitar a su personal administrativo en primeros auxilios.
Durante ocho semanas, el equipo participó en un curso integral que incluyó teoría, práctica y simulacros para prepararse ante situaciones de emergencia dentro o fuera del campus.
Prepararse para salvar vidas: un compromiso de todos
Durante casi dos meses, autoridades y el personal administrativo de la Facultad de Educación se sumergió en un proceso de formación en primeros auxilios. La capacitación incluyó atención básica de heridas, reanimación cardiopulmonar (RCP), manejo de crisis, desmayos, fracturas, y hasta casos de mordeduras de serpiente y quemaduras graves.
“Contar con personal capacitado en primeros auxilios no solo salva vidas, sino que crea espacios más seguros y responsables. Cada minuto cuenta en una emergencia, y el conocimiento puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte”, destacó la Ing. María José Solórzano, instructora del curso y coordinadora académica en la Facultad de Educación.
Así mismo dijo: “El programa finalizó con una prueba práctica en la que el personal demostró su habilidad para manejar la escena de una emergencia, y brindar atención adecuada en casos de heridas graves, fracturas, crisis nerviosas, y extracciones de pacientes.”
Respondiendo a las necesidades de la comunidad
Para la vicedecana Julia Castillo, esta iniciativa nació de una necesidad real: “Desde hace un par de años teníamos la inquietud. Desde que María José Solórzano sacó su curso de bombero, habíamos planteado esta capacitación, porque somos una de las facultades que tenemos horarios mixtos, abriendo a las siete de la mañana y cerrando a las ocho y media o nueve de la noche. A veces, en horarios en donde ya no tenemos centro de información ni personal de enfermería, era importante tener este conocimiento”.
Además, resaltó cómo la ubicación estratégica de la facultad, en uno de los accesos principales de la universidad, hace que frecuentemente sean el primer punto de contacto para emergencias. “Hemos atendido un par de emergencias y creemos que es fundamental no solo formar esas competencias dentro de nuestro personal, sino aplicarlas en nuestra vida diaria y en casa. Creemos que eso es lo más importante”.
“Nos acabamos de dar cuenta que no es fácil, y eso que no es emergencia real. Uno tiene que tener el compromiso, la seriedad y la habilidad emocional para poder tratar una situación de emergencia”, reflexionó la Msc. Julia Castillo, tras la práctica final.
Una experiencia que transforma
El curso, diseñado por la Ing. Solórzano y la Msc. Julia Castillo, se estructuró en ocho semanas y una hora todos los jueves. Se abordaron temas como signos vitales, derrames cerebrales, manejo de quemaduras, identificación de arterias y venas, diseño de apósitos para emergencias, atención a mordeduras de serpiente y cómo reaccionar ante crisis convulsivas.
“Cada minuto cuenta en una emergencia, y el conocimiento puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Esta iniciativa refleja el compromiso de la Facultad de Educación con la seguridad, el bienestar y la formación continua de su equipo, reconociendo que la educación no solo se transmite en el aula, sino también a través del ejemplo y la preparación constante”.
Testimonios que inspiran
Ana María Alarcón de López, secretaria de la jornada vespertina, valoró la experiencia: “Este curso fue muy interesante y también de mucha importancia, porque nos dieron conocimientos básicos de primeros auxilios. Nos enseñaron cómo atender a estudiantes que presentan estados de ansiedad, estrés y nervios, que acá en la universidad se presentan mucho. Vimos casos como hemorragias, fracturas expuestas, quemaduras de segundo y tercer grado, ataques de ansiedad, atragantamientos y RCP. Fue bastante fructífera la práctica”.
Por su parte, Brenda Cifuentes, catedrática auxiliar en esta facultad, destacó: “Ha sido importante porque últimamente vemos en muchos lugares que suceden cosas y no sabemos cómo actuar. La práctica ha sido fundamental porque uno puede medir cómo reaccionar y hacer las cosas adecuadamente, trabajar en equipo, contactar a la persona correcta y actuar de manera efectiva”.
Un paso hacia una comunidad más segura
La Facultad de Educación reafirma su compromiso con la formación integral, no solo desde lo académico, sino también desde el ejemplo y la acción. Esta capacitación en primeros auxilios es una muestra clara de cómo la educación puede y debe ir más allá del aula, preparándonos para cuidar de los demás y responder en situaciones críticas.
Como expresó la Ing. María José Solórzano, “la educación no solo se transmite en el aula, sino también a través del ejemplo y la preparación constante”. Sin duda, esta iniciativa es un paso valioso para fortalecer la seguridad, el trabajo en equipo y el espíritu de servicio dentro de la universidad.
