Viaje al fin del mundo: Explorando las maravillas del Círculo Polar Ártico
Ing. Edgar Castro, director del Instituto de Investigación de Ciencias de la Tierra y Astronomía, participó en una expedición al Círculo Polar Ártico, junto a investigadores y aficionados con el fin de explorar fenómenos naturales únicos y a la vez desafiantes.
El Instituto de Investigación de Ciencias de la Tierra y Astronomía de Universidad Galileo, bajo la dirección del Ing. Edgar Castro, ha consolidado su reputación como una entidad comprometida con la promoción de la investigación y la formación en Astronomía y Ciencias de la Tierra.
Como bien ha señalado el ingeniero, “El objetivo es formar profesionales capaces de emitir razones científicas y encontrar soluciones a problemas afines al área de la Astronomía que afectan a nuestro planeta”.
En este contexto, una reciente expedición llevó a un grupo de investigadores y aficionados al Círculo Polar Ártico, un viaje que combinó aventura, ciencia y la exploración de los fenómenos naturales más espectaculares del mundo.
La travesía hacia las Islas Lofoten
El recorrido hacia el Círculo Polar Ártico implicó un desafiante itinerario de cinco vuelos y un ferry a través del Océano Atlántico Norte. “Iniciamos volando de Guatemala a Nueva York, y de allí partimos hacia Amsterdam”, explicó el Ing. Castro. “Posteriormente, llegamos a Oslo, donde permanecimos una noche antes de continuar hacia la ciudad de Bodo, situada al norte del Círculo Polar Ártico”.
El destino final eran las Islas Lofoten, un archipiélago noruego conocido por sus paisajes espectaculares y su ubicación privilegiada para observar auroras boreales. “El ferry que nos llevó a Lofoten fue una experiencia inolvidable. Las primeras auroras las vimos esa misma noche sobre el Mar de Noruega, lejos de cualquier luz artificial”, relató emocionado.
El encuentro con las auroras boreales
El fenómeno de las auroras boreales, luces danzantes en el cielo polar, fue el punto culminante de la expedición. “Al principio pensé que eran nubes porque eran grises, pero nuestro guía, Iván Castro, nos aclaró que eran auroras”, mencionó el director. “Verlas moverse como cortinas luminosas y fantasmales fue una experiencia única”.
En las noches siguientes, el grupo continuó su búsqueda de auroras bajo cielos oscuros. “Con un índice Kp3, las auroras se hicieron visibles sobre las montañas del norte. Sus colores verdes y movimientos ondulantes evocan leyendas escandinavas que las asociaban con las almas de los muertos”, destacó Castro.
Retos y descubrimientos
El clima ártico también presentó sus desafíos. Una tormenta de nieve atrapó al grupo en uno de los días, pero también hubo tiempo para visitas culturales, como al hotel de hielo y la casa de Santa Claus. “Dormir en una cama de hielo es una experiencia extrema, pero nos equiparon con sleeping bags adecuados para el frío”, compartió el ingeniero.
La fauna local también fue un punto de interés. “Observamos renos, alces, y aunque no los vimos en esta ocasión, el área también alberga osos y lobos”, comentó Castro, destacando la riqueza natural de la región.
Reflexiones finales
El Ing. Edgar Castro enfatizó la importancia de este tipo de expediciones como una forma de inspirar el aprendizaje y la curiosidad científica. “Estas experiencias no solo amplían nuestra comprensión del mundo natural, sino que también nos recuerdan nuestra conexión con el universo y la responsabilidad de cuidar nuestro planeta”, concluyó.
El viaje al Círculo Polar Ártico quedó grabado en la memoria de los participantes como una experiencia inolvidable que combina ciencia, naturaleza y cultura, resaltando la misión del Instituto de Investigación de Ciencias de la Tierra y Astronomía en su compromiso con la formación y la investigación de vanguardia.