Talento que inspira: estudiantes de Gastronomía recrean restaurantes de alta cocina en su examen privado
En una jornada llena de nervios, precisión y creatividad, los estudiantes de la Licenciatura en Gastronomía y Administración Culinaria de la Academia Culinaria de Guatemala y la Facultad de Ciencias de la Salud de Universidad Galileo presentaron su esperado examen privado: una experiencia gastronómica completa, donde crearon restaurantes de alta gama con menú, servicio, maridajes y postres diseñados para sorprender a cada comensal.
Un sueño que se cocina con pasión y dignidad
Para el Chef Luis del Cid, fundador de la Academia Culinaria y aliado de Universidad Galileo desde hace más de una década, este día representa mucho más que un examen. Es la materialización de un sueño que inició cuando tenía 16 años, trabajando en cocinas del extranjero, y que hoy continúa con la misión de dignificar esta profesión.
“El verdadero vocación es cocinero y eso es algo que uno debe decir con dignidad y con orgullo”, asegura con firmeza. Recuerda cómo en Latinoamérica “se ve como un trabajo de servicio, como que se demerita”, pero su visión siempre fue cambiar esa percepción. “Yo siempre soñé con regresar a Guatemala y dignificar la profesión… y eso me trajo acá”.
Hace 25 años, fundó la academia. Hace 13, buscó a Universidad Galileo para formalizar un camino académico que elevara el perfil del cocinero profesional. “Les dije que quería hacer una alianza para dar un diploma de técnico en cocina… y cuando vi que sí me avaló la universidad, ya soñé más lejos: ¿por qué no hacer una licenciatura?”.
Hoy, esa alianza ha graduado técnicos, licenciados y próximamente ¡maestros en gastronomía! “Sí logré lo que soñaba cuando venía de Estados Unidos”, expresa con emoción.
El examen privado: excelencia sin concesiones
El evento no es una exposición común: es la prueba que define años de formación. Los estudiantes deben crear desde cero un restaurante profesional con nombre, concepto, menú, costos, servicio y experiencia completa para el comensal.
“Ellos han montado restaurantes desde el inicio… hoy presentan un menú de 10 platos y vemos el servicio, el profesionalismo”, explica el Chef Del Cid. Pero detrás de lo visible, la evaluación técnica es estricta. “Califico costos, calidad, temperaturas… Es un examen bien duro. Y sí, algunos pueden no pasarlo”.
El proceso incluye también la participación del público invitado, quienes degustan, observan y al final evalúan. “Ellos van a calificar y esos números se sumarán a lo que los catedráticos y yo hacemos como la terna evaluadora”.
Para el chef, ver el cierre de ciclo de estos jóvenes es profundamente significativo:
“Mi satisfacción es enorme… uno de mis sueños era que un día el mundo supiera que existía Guatemala gastronómicamente hablando”. Y con orgullo añade: “Hoy ya sonamos… se me sale el corazón cuando lo pienso”.
La visión que lidera: el testimonio de Ashly Acabal
Como líder de su equipo, Ashly Acabal vivió este examen como un desafío y un cierre emotivo de cuatro años de dedicación.
“Estamos realizando nuestro examen privado, una simulación de un restaurante. Nuestro concepto es Cocina Fusión francesa con guatemalteca, dando a conocer nuestros cultivos a lo largo del año”.
La propuesta incluyó 12 tiempos, cada uno inspirado en un cultivo por mes.
Su rol fue determinante: “Mi función fue liderar a nuestro equipo y apoyar en cocina, sala y bar… para poder llevar a cabo el evento lo mejor posible”.
Sobre la exigencia, reconoce: “Ser parte de cocina y un líder es bastante complicado… pero es una disciplina que se adquiere con el tiempo”.
Al reflexionar sobre el camino recorrido, la emoción es clara:
“Ha sido un proceso largo… bastantes sacrificios personales y familiares. Este momento es un respiro y también nostalgia de saber que ya es lo último”.
Creatividad que sorprende: la experiencia de Nicole Ureta
Para Nicole Ureta, este examen significó poner en práctica todo lo aprendido en cuatro años. “La verdad me siento un poco nerviosa, pero lista… en estos años hemos aprendido bastante, muchas técnicas, muchos cortes”.
Destaca el trabajo previo: pruebas, producciones, técnicas avanzadas como empaque al vacío y planificación detallada.
La experiencia también consolidó su crecimiento personal:
“En cocina no sentís el tiempo… te distraes del mundo exterior. Estoy muy emocionada y agradecida con mis padres. Ya estoy trabajando en gastronomía y cada día se aprende algo nuevo”.
El examen privado de la Licenciatura en Gastronomía y Administración Culinaria no es solo un evento académico: es un acto de valentía, disciplina y pasión. Cada plato, cada sonrisa nerviosa, cada técnica perfeccionada habla de sueños que hoy comienzan a tocar la realidad.
Gracias a la visión transformadora del Chef Luis del Cid y al respaldo de Universidad Galileo, Guatemala cuenta con profesionales capaces de llevar su gastronomía al mundo. Y esta generación —creativa, resiliente y profundamente orgullosa de sus raíces— confirma que el futuro de la cocina guatemalteca está en las mejores manos.
¡Felicitaciones a cada equipo conformado por todos los estudiantes que pusieron todo su esfuerzo por dar lo mejor en sus proyectos culinarios!
