El valor de nunca rendirse: La historia de Michelle Osuna, estudiante de Psicopedagogía en UGalileo

El valor de nunca rendirse: La historia de Michelle Osuna, estudiante de Psicopedagogía en UGalileo

Michelle Osuna, estudiante de tercer semestre de la Licenciatura en Psicopedagogía en la Facultad de Educación, comparte su inspiradora historia. A sus 41 años, ha retomado su sueño de concluir sus estudios universitarios, demostrando que nunca es tarde para aprender y crecer.


“El esfuerzo que hagas para crecer en cualquier etapa de tu vida, vale la pena, para ti y los que te rodean.” Michelle Osuna

Retomar los sueños: una decisión de vida

En el año 2000 me gradué de maestra de primaria y empecé con mucha ilusión la carrera de psicología en la Universidad de San Carlos”, relata Michelle. Sin embargo, las circunstancias no fueron fáciles: “Las decisiones que tomé en ese momento, me llevaron a abandonar la carrera, aunque siempre fue mi deseo terminar mis estudios universitarios”.

La falta de tiempo y recursos económicos fueron obstáculos que, por años, hicieron que Michelle pensara que volver a estudiar era una meta inalcanzable. A pesar de ello, su sed de conocimiento la llevó a explorar nuevas formas de aprender: 

Empecé a leer libros, escuchar a profesionales en los temas que me interesaban y a rodearme de personas que constantemente buscaban su crecimiento. Creo que ese es un factor clave cuando queremos alcanzar nuestros objetivos”.

Hoy, gracias al apoyo de su esposo y su familia, Michelle está por concluir su tercer semestre en Psicopedagogía, una carrera que considera un regalo: “Me encanta aprender y pienso que cuando uno trabaja con niños y jóvenes, siempre está aprendiendo algo nuevo. De nuevo puedo ilusionarme y planear para mi futuro algo que me apasiona: la educación”.

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Madurez, enfoque y una nueva oportunidad

Al preguntarle qué la motivó a volver a estudiar, Michelle es clara: “Cuando tenemos metas y estas no se cumplen, algo dentro de nosotros nos incomoda… una necesidad de crecimiento personal y de aprendizaje sobre temas nuevos en educación y neurociencia”. Encontrar la carrera de Psicopedagogía en modalidad virtual fue la respuesta que esperaba: “La tomé y es una decisión de la cual me siento muy satisfecha”.

Sobre las dudas o comentarios que pudo haber recibido, responde con firmeza: “Hoy me valoro más como persona y como mujer para luchar por mis sueños, así que aunque estoy consciente de que otras personas pueden opinar que a mi edad ya no debería enfocarme en estudiar, creo que si no lo hago, pasará más tiempo y me arrepentiría de no tomar la decisión cuando pude hacerlo”.

Experiencia como estudiante: un aprendizaje renovado

El contraste entre estudiar a los 17 años y hacerlo como adulta es abismal para Michelle: “Hoy no puedo ni quiero darme el lujo de dejar cosas para después, no me permito perder asignaturas porque valoro mucho el tiempo”. La experiencia adquirida como docente por 24 años es ahora su mayor aliada: “Muchas de las lecciones que hoy aprendo puedo verlas reflejadas en mi trabajo; se vuelven experiencias de aprendizaje significativo, lo cual no tenía al principio”.

Equilibrar su vida familiar, laboral y académica es un reto que ha aprendido a gestionar con planificación: “La excelencia no tiene por qué ser complicada. La organización y la planificación nos evitan muchos dolores de cabeza. El trabajo en el trabajo, la universidad en los horarios de universidad y la familia, por supuesto, en el momento planificado para ellos”.

Inspirar con el ejemplo

Michelle está convencida de que su historia puede inspirar a otros: “Cada etapa de la vida es especial y no debemos desaprovechar las oportunidades que se nos presentan. Nunca es tarde para hacer lo que nos gusta y nos hace crecer como seres humanos”.

A quienes dudan en retomar sus estudios, les aconseja: “El crecimiento tiene varias facetas, personal, físico, espiritual, etc. No dejes de crecer en ninguna de las áreas. Volver a la universidad es parte de ese crecimiento que todos necesitamos para sentir que podemos aportar a la vida de los demás”.

Su meta es clara: “Seguir aprendiendo. No quiero dejar de aprender. Si Dios me lo permite, me gustaría estudiar una maestría en Neurociencias. La educación es algo que nos enriquece, y más cuando podemos ayudar a otros en su proceso”.

Un mensaje que trasciende

Su historia es un recordatorio de que el aprendizaje no tiene fecha de caducidad y que cada paso, por pequeño que parezca, puede transformar vidas.

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| GES Comunicación | 29 mayo, 2025 |