Un sueño inesperado
Este es un espacio para que nuestros expertos de Universidad Galileo compartan de diversos temas y de sus conocimientos actuales en diversas áreas profesionales con la comunidad universitaria.
Por: Licda. Sara Hernández M.Sc. Docente en el Programa de Actualización para Adultos y Asistente Administrativa de Decanatura FISICC en Universidad Galileo.
Durante mi adolescencia, la realidad económica de mi familia me obligó a tomar una decisión difícil. Dejé mis estudios en pausa y comencé a trabajar.Mis padres insistieron en que recibiera un curso para mejorar mis oportunidades. A pesar de mis dudas, accedí y sin saberlo, este paso cambiaría mi vida.
Fue gracias al Dr. Suger que tuve la oportunidad de estudiar y trabajar. Su apoyo me permitió completar mi nivel medio y aspirar a más. Con esfuerzo, ingresé a la universidad y logré obtener un Técnico Universitario. Un logro significativo, pero en mi interior sabía que el camino aún no terminaba.
El tiempo y la madurez me hicieron reflexionar sobre los ciclos inconclusos. Decidí cerrar esos círculos y continuar mi formación académica. Con determinación, completé la Licenciatura y, posteriormente, una Maestría. Cada logro fue un testimonio de mi esfuerzo y del apoyo de quienes confiaron en mí.
Nunca imaginé que el destino me llevaría a la docencia. Aceptar este desafío fue enfrentar mis propios miedos. Al principio, sentía temor de estar frente a un grupo. Pero con el tiempo, comprendí que enseñar también era aprender. Cada clase me llenó de experiencias enriquecedoras. Descubrí que compartir conocimiento es una de las formas más valiosas de crecimiento.
Hoy tengo el privilegio de ser parte del Programa de Actualización del Adulto. Un espacio donde acompaño a personas con historias similares a la mía. Muchos de mis estudiantes, como yo en el pasado, pausaron sus sueños. Ahora están listos para retomarlos y concluir lo que dejaron pendiente.
Recientemente, finalicé un curso donde debían leer un libro, cada exposición me hace reflexionar y ante todo que puedo cambiar, grandes lecciones. Las gaviotas nos enseñan a mirar hacia arriba, a confiar en nuestras alas. Así son los sueños, están ahí esperando que los alcancemos.
Cada paso que di estuvo lleno de desafíos, pero también de aprendizajes. Ahora sé que los sueños inesperados pueden convertirse en realidades invaluables. El camino nunca es fácil, pero cada esfuerzo vale la pena. Hoy, miro atrás con gratitud y hacia adelante con esperanza.