Sembrar vida en la vejez: Hidroponía como alternativa ocupacional para adultos mayores
Una iniciativa académica propone la hidroponía como solución productiva, emocional y sostenible para mejorar la calidad de vida en la tercera edad.
En un contexto donde el envejecimiento poblacional presenta desafíos urgentes en inclusión laboral, salud y bienestar, estudiantes del Técnico en Informática y Administración de Negocios del Programa de Actualización para Adultos de Universidad Galileo han propuesto un proyecto innovador: promover la hidroponía como una herramienta de envejecimiento activo para personas adultas mayores.
El trabajo fue presentado como parte del “Seminario Taller Aplicado a la Administración de la Pequeña Empresa 2025”.
Hidroponía: una siembra de oportunidades
La hidroponía, técnica de cultivo sin suelo, adaptable a espacios reducidos y con bajo esfuerzo físico, se convierte en una opción accesible para personas mayores. Esta actividad no solo facilita la producción de alimentos y el autoconsumo, sino que también ofrece beneficios emocionales, cognitivos y sociales.
Entre las ventajas se destacan:
- Ahorro de hasta el 90% de agua frente a la agricultura tradicional.
- Reducción de agroquímicos.
- Producción continua todo el año.
- Mejora de la concentración, autoestima y salud emocional.
Un proyecto con bases sólidas
La investigación del seminario parte del reconocimiento del adulto mayor como un grupo vulnerable ante la exclusión laboral y social. Basados en datos de la Organización Mundial de la Salud que proyectan una duplicación de la población mayor de 60 años para 2050, el equipo propuso evaluar cómo la hidroponía puede fomentar competencias laborales, autonomía económica y bienestar emocional.
El objetivo general fue promover la hidroponía como alternativa ocupacional, complementado con cinco objetivos específicos, entre ellos el desarrollo de programas de capacitación y la evaluación del impacto económico y emocional en adultos mayores.
Encuesta: una comunidad receptiva
A través de una encuesta a 532 personas, se obtuvieron datos relevantes:
- El 93.6% considera que la hidroponía es útil para adultos mayores.
- El 86.7% la ve como una fuente potencial de ingresos.
- El 83.9% cree que tener una ocupación productiva en la vejez es “muy importante”.
- El 93.8% opina que esta práctica puede fomentar autonomía en el adulto mayor.
Además, más del 77% aseguró que un familiar mayor participaría en talleres de hidroponía si se ofrecieran en su comunidad.
Casos reales e impulso institucional
En países como México, Colombia, Argentina y varios de Europa, ya se implementan proyectos exitosos de hidroponía con adultos mayores, evidenciando mejoras en salud y participación social. En Guatemala, el Ministerio de Agricultura y Ganadería MAGA impulsa iniciativas similares, aunque aún se carece de una legislación específica para la hidroponía.
La conclusión de este trabajo de investigación es claro: la hidroponía es una alternativa real, rentable y sostenible para mejorar la vida de las personas adultas mayores. El proyecto sugiere implementar programas piloto comunitarios, fomentar la participación intergeneracional y asegurar el acompañamiento técnico continuo.
Una experiencia de aprendizaje, impacto social y visión profesional desde Universidad Galileo
Tres estudiantes comprometidos de Universidad Galileo compartieron sus experiencias durante la preparación y exposición del seminario titulado “Hidroponía como alternativa ocupacional y laboral para el adulto mayor”. La actividad no solo les permitió profundizar en una técnica agrícola innovadora, sino también ampliar su visión sobre el rol que pueden tener como profesionales para generar cambios sostenibles y con impacto social.
Julio Roger De León: “La hidroponía puede transformar vidas”
Para Julio Roger De León, el seminario fue mucho más que una presentación académica. “Aprendí mucho más que solo el funcionamiento de este sistema de cultivo sin suelo”, compartió. Durante la investigación, descubrió el potencial de la hidroponía para combatir la escasez alimentaria en zonas urbanas y suelos infértiles, destacando su eficiencia en el uso del agua y nutrientes.
Además, reconoció su relevancia emocional y motora para las personas mayores. “Comprendí mejor la conexión entre la ecología, el bienestar humano y lo importante que es para el adulto mayor tener una actividad donde pueda ocupar su mente y sicomotricidad”.
El proyecto también representó un reto técnico importante: “Uno de los principales desafíos fue la falta de conocimiento de estos sistemas hidropónicos”, explicó Julio, quien fue responsable del diseño y armado del sistema NFT Vertical. A pesar de las dificultades, logró crear un sistema funcional para la exposición.
Desde su formación en administración, Julio destacó que el seminario le permitió aplicar principios de eficiencia operativa, gestión de costos y liderazgo. “Pude integrar conceptos de presupuesto, análisis de costos y gestión de proyectos, todo dentro de un enfoque sostenible”.
Concluyó que lo más valioso fue entender cómo proyectos como este pueden mejorar la vida de los adultos mayores: “Que al ver el resultado de su esfuerzo y constancia sientan una gran satisfacción y los haga sentirse más vivos que nunca”.
Wendy Vanessa Zeceña Zambroni: “La hidroponía es inclusión y autoestima”
Wendy Vanessa Zeceña se sorprendió al descubrir que la hidroponía no solo es una técnica agrícola eficiente, sino una herramienta de inclusión. “Aprendí que mantener el cultivo de plantas activamente reduce síntomas de depresión y ansiedad, promueve movilidad, estimula los sentidos y fortalece la autoestima”, afirmó.
Su formación en administración se vio fortalecida al aplicar métodos de investigación, recopilación y análisis de información. “Fortalecí mi capacidad para analizar información de forma crítica y objetiva, aptitud fundamental en administración”.
Uno de los desafíos fue la escasez de estudios enfocados en adultos mayores. “Utilizamos métodos de investigación exploratorios y priorizamos variables como instituciones especializadas en el tema”. Para la presentación, Wendy y su equipo apostaron por una exposición con estructuras reales y cultivos visibles, lo que facilitó la comprensión del público.
La experiencia también reforzó su confianza y liderazgo: “Interactuar con compañeros y docentes me enseñó el valor de la colaboración consciente y responsable”. Destacó que esta vivencia le dejó herramientas valiosas para participar en futuros eventos profesionales.
“Estoy convencida que a futuro se puede replicar y escalar estas iniciativas en instituciones, comunidades o emprendimientos sociales”, concluyó, al referirse al potencial de este tipo de proyectos para generar autonomía económica y bienestar en los adultos mayores.
Sara Eunice Rosales Barrios: “Una técnica con sentido y propósito”
Para Sara Eunice Rosales, el mayor aprendizaje fue comprender que la hidroponía ofrece una alternativa para que los adultos mayores se mantengan activos, útiles y socialmente integrados. “Descubrí cómo esta técnica puede contribuir a mejorar su salud mental y física, generando una ocupación que les da sentido y propósito”, explicó.
Aunque su carrera no está directamente vinculada con la agricultura, Sara resaltó la posibilidad de integrar conceptos de desarrollo social, salud ocupacional y sostenibilidad. “Pude ampliar mi visión sobre cómo aplicar lo aprendido para generar proyectos innovadores y con impacto positivo”.
Uno de los mayores retos fue encontrar estudios específicos sobre hidroponía aplicada a adultos mayores. “Investigamos ejemplos de proyectos comunitarios y experiencias internacionales, para adaptarlos a la realidad en Guatemala”. Durante la presentación, utilizaron materiales visuales y ejemplos prácticos para captar la atención del público.
Sara destacó que la experiencia fortaleció sus habilidades de investigación, síntesis y comunicación. “Me hizo más empática con las necesidades de los adultos mayores y reforzó mi interés por generar proyectos que mejoren su calidad de vida”.
Finalmente, expresó su deseo de aplicar estos conocimientos en su futuro profesional. “Espero diseñar propuestas viables, sostenibles y centradas en mejorar la calidad de vida de nuestros adultos mayores —abuelos, tíos, vecinos—, y devolverles un poco de lo mucho que nos han dado”.
El seminario fue mucho más que un trabajo académico. Ejemplos como los de Julio, Wendy y Sara, fue una puerta hacia la innovación con propósito, la sostenibilidad aplicada y el compromiso con el bienestar de los adultos mayores. Esta experiencia demuestra cómo la formación universitaria puede convertirse en un puente entre la teoría y la acción social transformadora.