Un 10 para la maternidad

Un 10 para la maternidad

El principio de toda historia tiene su nombre, una unidad que no se divide ni con la distancia.

En ocasión al Día de la Madre, que celebramos en nuestro país cada año el 10 de mayo, reflexionaremos sobre algunos aspectos de la maternidad que merecen admiración.

La maternidad cambia la vida de cualquier persona, incluso con desde una maternidad adoptada y es que el amor que implica deja una huella real y científicamente comprobada que nadie puede negar. “La maternidad cambia a la mujer transformando su cerebro estructural y funcionalmente; y en cierta medida, de forma irreversible: deja huella. El cerebro innato de la mujer responde, poniendo en actos los circuitos más fuertes de la naturaleza, a las consignas básicas que se inician con el crecimiento del feto y avanzan y se refuerzan hasta el nacimiento…También los varones padres biológicos, y la madres y los padres adoptivos, y en general las personas tras un contacto íntimo  y diario con un bebé, desarrollan esa inclinación natural que se personaliza en el modo de amar maternal. Las claves físicas generan nuevas pistas neuroquímicas en el cerebro, que crean y refuerzan los circuitos correspondientes y generan un vínculo fuerte y arraigado. Es el cerebro maternal.” 1

“El cerebro maternal inicia su construcción con el comienzo del embarazo, con el delicado diálogo molecular que permite la simbiosis perfecta madre-hijo.”2 Esta conexión no termina, se fortalece con la relación madre- hijo que se desarrolla con el tiempo. Con lo anterior podemos deducir que la relación tan estrecha que existe entre nuestra madre y nosotros no es un hecho subjetivo, es una dimensión real que reconoce la naturaleza diferenciada entre un cerebro humano y un cerebro modificado molecularmente por la maternidad. “El cerebro maternal es un cerebro motivado, siempre atento y decididamente protector, que predispone a la madre a cambiar sus reacciones y sus prioridades en la vida.”3

Independientemente de que conozcamos o no estos cambios que suceden en el cuerpo de una madre, todos o por lo menos la mayoría reconocemos su grandeza. Poetas y artistas han tomado a la maternidad como inspiración para sus obras de arte, destacando en ellas las virtudes de éstas singulares mujeres. Les dejamos con una frase de un autor contemporáneo dedicado a la maternidad: “No te vayas, y si te vas, recuerda que permaneces en mí. En mí permanecen todos los que se van. Y todos los que van de paso, hallan en mí un  sitio suyo; no una fugaz parada, sino un lugar estable. En mí vive un amor más fuerte que la soledad (…) No soy la luz de aquellos a quienes ilumino; soy más bien la sombra en que reposan. Sombra debe ser una madre para sus hijos. El padre sabe que está en ellos: quiere estar en ellos y en ellos se realiza. Yo, en cambio, no sé si estoy en ellos; sólo les siento.”4

  1. Natalia López Moratalla, Cerebro de Mujer, y Cerebro de Varón.
  2. Ídem.
  3. Ídem.
  4. Karol Wojtyla, Esplendor de paternidad.

Por: Licda. Angelica Estrada Hernández, Área de Gestión de Información (AGI)/GES.

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| GES Comunicación | 10 mayo, 2011 |