Propiedad intelectual y transferecia de Tecnología

Propiedad intelectual y transferecia de Tecnología

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Propiedad intelectual y transferecia de Tecnología

La experiencia de Universidad Galileo en el campo de la innovación y las oportunidades que genera hacen necesaria la creación de una Política de Propiedad Intelectual y Transferencia de Tecnología.

Un proyecto en el que participaron varias Facultades de Universidad Galileo dio su fruto en agosto de 2018 cuando entró en vigor la Política de Propiedad Intelectual y Transferencia de Tecnología de esta casa de estudios.

De acuerdo con Licenciada Waleska Argueta de Oliva, Coordinadora del Centro de Apoyo a la Tecnología e Innovación (CATI) de Univerdad Galileo, esta Política garantiza el respeto a los derechos de los investigadores de ser reconocidos y remunerados por sus innovaciones. “Se establece el porcentaje de las regalías que corresponde a los investigadores, esto motiva a realizar investigaciones novedosas para resolver problemas reales de nuestro país y que puedan ser incorporadas a la cadena de valor de un producto”, explica.

Parte de la visión es “que en algún momento se puedan desarrollar empresas de base tecnológica, resultado de investigación, a manera de desarrollar un producto para patentarlo o licenciar y así generar fondos para volver a invertir en investigación”, agrega el Doctor Alberto Marroquín, Director de Ingeniería en Mecatrónica.

ACADEMIA E INDUSTRIA VAN DE LA MANO

Para alcanzar dicha visión es imprescindible la vinculación con la industria. Parte del proceso consiste en detectar cuáles son las necesidades de empresas locales para hacer las investigaciones respectivas, resolver necesidades y contribuir así al desarrollo de la economía nacional.

“La idea es que un gremio nos diga que tenemos problemas con la línea de producción, inventarios o trazabilidad del producto. Dependiendo del problema, podemos investigar y generar un impacto mayor en el entorno”, comenta el Doctor Oscar Rodas, Director de Ingeniería Electrónica.

Universidad Galileo ha hecho investigación y ha tratado de vincularse con la industria. “Se trabajó en el control de calidad para una empresa grande que fabrica refrigeradores, cumpliendo estándares en Estados Unidos y Europa, lo que permitió que en dicha empresa se montara un laboratorio certificado de refrigeración, siendo el único a nivel centroamericano”, cuenta Marroquín.

Es un proyecto bandera, sin embargo, debido al acuerdo establecido en ese momento, “no lo podemos mostrar, por ello aprendimos que es mejor tener las reglas claras”, indica Rodas, refiriéndose a la Política aprobada.

Esta Política de Propiedad Intelectual y Transferencia de Tecnología “provee la certeza jurídica necesaria para la vinculación entre la Universidad y terceras partes como otras universidades o el sector privado”, explica Argueta. Una de las características especiales de la Política de Universidad Galileo es que “considera la propiedad intelectual como un medio para alcanzar el fin de la transferencia tecnológica, por ello se establecen las bases para que los investigadores y estudiantes puedan crear empresas basados en conocimiento”, resalta la coordinadora de CATI.

A nivel internacional, la propiedad intelectual es un indicador de la actividad innovadora de un país. El número de solicitudes de patente presentados anualmente refleja cuánto se invierte en investigación y está relacionado con el desarrollo económico del país

Licda. Waleska Argueta de Oliva,
coordinadora de CATI.

OTT-GALILEO

Actualmente las universidades en Guatemala no pueden cobrar por conceptos diferentes a matrículas e inscripciones debido a su estatus legal, que es una limitante para hacer algún tipo de trabajo con la industria, cuando se pueden obtener ingresos por ofrecer conocimiento y servicio de alta calidad para reinvertir en equipo de investigación. Por ello, se busca “imitar el modelo de Estados Unidos con institutos de investigación en las universidades que están desarrollando productos y generan utilidades”, comenta Marroquín.

El modelo a seguir no es nuevo. La primera Oficina de Transferencia en Tecnología (OTT) en el mundo fue creada en 1954 en el Instituto Weizmann de Ciencias, en Israel, cuenta Argueta de Oliva, quien recibió un curso de Innovación y Propiedad Intelectual en ese país. De acuerdo con Marroquín, las universidades europeas están tratando el tema desde inicios de los años 90. En la Universidad Complutense, España, la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI), forma parte de la facultad de Medicina, debido a que se realiza investigación para desarrollar productos de interés para las farmacéuticas.

En 2015, los Doctores Marroquín y Rodas participaron en un evento en Pachuca, México, donde observaron más de 168 institutos de investigación y universidades con oficinas de transferencia de tecnología trabajando en productos que se pueden incorporar al mercado para obtener ganancias. De ahí surgió la oportunidad para unirse al proyecto Free Network con tres universidades europeas y 12 centroamericanas.

En 2015, los Doctores Marroquín y Rodas participaron en un evento en Pachuca, México, donde observaron más de 168 institutos de investigación y universidades con oficinas de transferencia de tecnología trabajando en productos que se pueden incorporar al mercado para obtener ganancias. De ahí surgió la oportunidad para unirse al proyecto Free Network con tres universidades europeas y 12 centroamericanas.

TRANSFERENCIA DE TECNOLOGÍA (TT)

“Transferencia de conocimiento o tecnología que permite hacer más eficiente un proceso u ofrece una ventaja sobre un proceso actual”. Alberto Marroquín, Director de Ingeniería en Mecatrónica.

PROPIEDAD INTELECTUAL (PI)

“Se relaciona con las creaciones de la mente: invenciones, obras literarias y artísticas, así como símbolos, nombres e imágenes utilizados en el comercio”. Organización Mundial de la Propiedad Intelectual.

Fuente original (enlace).

| GES Comunicación | 18 marzo 2021 |